Los vapores faciales preparados con hierbas son ideales para limpiar profundamente el rostro de impurezas, ya que ablandan, abren y tonifican los poros. Ademas, los vahos hechos de y gracias a la acción del saúco calman y aclaran la piel. Este tratamiento resulta mucho mas eficaz si se aplica conjuntamente con un lavado posterior y se completa con una mascarilla astringente. Después de tomar un baño de vapor es muy recomendable salpicarse la cara con agua fresca o con agua de la reina de Hungría, elaborada con medio litro de vinagre de manzana y 60 gramos de: Cascara de naranja y limón, lavanda, romero, rosa y salvia. Dejar reposar durante dos semanas en un frasco de cristal cerrado herméticamente y colar; el mismo se usa como tónico.
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